A lo largo de la historia, la producción agrícola ha establecido una relación sociedad – naturaleza que ha permitido la transformación de las formas de vida de la población y su cultura. De hecho, el origen del término cultura, en latín también podía significar “cultivo de la tierra” haciendo alusión a la agricultura. Con este punto de partida, nos proponemos poner en valor con una visión amplia y moderna, la cultura que proviene del agro, los valores agrarios y el mundo rural en nuestra sociedad.

En base a estos objetivos, ponemos en marcha proyectos y realizamos diferentes tipos de actividades que permiten reconocer la importancia de gestionar los ecosistemas agrarios con una visión holística, aprovechando la relación existente entre sus diferentes partes, a nivel agronómico, medioambiental, económico y social.

Con este enfoque en Fundagral consideramos las interrelaciones entre los factores agroecológicos, físico-biológicos, productivos, tecnológicos y socioeconómicos en la producción y obtención de alimentos. Teniendo en cuenta también los bienes o servicios públicos que basados en la multifuncionalidad de la producción agraria, genera este sector a nuestra sociedad. Y en este ámbito, el ser humano debe jugar un papel preponderante tanto en la conservación y uso racional de los recursos naturales como en el aseguramiento de la producción.

Josep Pla, profeta de la dieta mediterránea, decía que “la cocina es el paisaje puesto en una olla”. Y basados también en esta idea, en la fundación Fundagral pretendemos apoyar a los productores y empresas que apuestan por la calidad de sus productos, con principios y valores más exigentes, entre los que se encuentran, la preservación de los recursos naturales, la autenticidad de los alimentos y el compromiso con el mundo en que vivimos.